Tratar al estudiantado de forma igualitaria y justa
Una enseñanza que aborda la tensión de igualdad y justicia desde las perspectivas de género y diversidad considera seriamente a quienes integran el estudiantado como personas independientes. Al mismo tiempo, en la enseñanza con perspectiva de género y diversidad se deben contemplar las desigualdades estructurales con forma de poder entre los grupos sociales de estudiantes para poder contrarrestarlas, por ejemplo, entre estudiantes de distinto género, estudiantes originarios del país en que se estudia y estudiantes de otras nacionalidades.
Para el cuerpo docente, esto no implica aceptar igualdad y justicia como obviedades, sino entender que lograr igualdad y justicia es, simultáneamente, un objetivo didáctico y un requisito para una buena enseñanza. Esto incluye tomar medidas que hagan posible un buen ambiente para todas las personas en la universidad. En el plano didáctico, algunas posibilidades serían —dado el caso, habiendo previamente acordado con las autoridades competentes, por ejemplo, las oficinas de estudio y de exámenes de los departamentos y los organismos de asesoramiento para estudiantes con discapacidades y enfermedades crónicas— formas flexibles de evaluación que sean equivalentes y reglamentaciones flexibles sobre la asistencia a clase. Es igualmente importante, sin embargo, una comunicación dentro del curso que incluya, en la medida de lo posible, diversas experiencias y perspectivas académicas, y que se distancie de las representaciones estereotípicas.
Más al respecto en: Kit de iniciación (en inglés)
Reglamentos para las universidades en AlemaniaLas universidades están obligadas jurídicamente a tratar a todo el estudiantado por igual. Las Bases jurídicas para eso son la Ley Fundamental de la República Federal de Alemania y las leyes federales, y de los Estados federados. El deber de un trato igualitario está estrechamente vinculado con la reivindicación de garantizar la igualdad y la justicia, reconociendo distintos proyectos de vida y distintas experiencias. Las desigualdades sociales y las relaciones de poder también ingresan a la universidad y afectan a estudiantes de diferentes maneras. Justicia, por lo tanto, no puede significar omitir las distintas experiencias y los distintos puntos de partida de quienes estudian ni fijar como base de la enseñanza una “biografía normativa” a la que se deban adaptar. Un trato igualitario y justo requiere, por lo tanto, en conformidad con el artículo 3(2) de la Ley Fundamental, también si es el caso a través de medidas específicas, “[propugnar] la eliminación de las desventajas existentes”. No se está hablando, entonces, de un trato igualitario absoluto, sino de un trato relacionalmente justo — trato que a veces también puede incluir medidas diferenciadas— con el objetivo de generar igualdad. Esto implica tomar en serio a todes les estudiantes por igual en sus necesidades individuales de aprendizaje y sus historias de vida y, al mismo tiempo, reconocer que suelen ser afectades por relaciones sociales de desigualdad, relaciones que repercuten muy concretamente en su vida cotidiana.
Versión junio 2024. A menos que se indique lo contrario, esta obra se encuentra bajo una licencia Creative Commons Attribution-ShareAlike 4.0 International License.